Módulo 2 - lección 5
El Punto Crucial
El hexagrama chino del punto crucial representa en el I-Ching una situación de crisis, pero a la vez un momento de cambio que no debe desaprovecharse; puede tratarse de un cambio de rumbo o un cambio de paradigma. Bajo este concepto es que Fritjof Capra comienza su libro que lleva por título el del ideograma: El Punto Crucial. Según escribía en 1982 la humanidad se encuentra en un momento histórico de gran cambio, tan solo equiparable con la revolución de Copérnico. En su libro anterior El Tao de la Física el físico y divulgador científico Frijtjof Capra expone una serie de paralelismos entre la física moderna y las enseñanzas de las antiguas tradiciones de sabiduría. En especial hace mención a filosofías y religiones como el hinduísmo, el taoísmo o budismo, las cuales pueden ser comprendidas ahora a través de la física cuántica. Un universo donde la materia ha dejado de ser el sustrato de la realidad. En este nuevo paradigma más bien parece que la mente y la conciencia forman la esencia última que sobre la que se sustentan la materia y la realidad.
Equilibrio entre femenino y masculino (Yin - Yang)
La humanidad ha desarrollado, durante los últimos siglos, un tipo de cultura y civilización privilegiando los atributos masculinos como son la fuerza, la racionalidad, la competencia. Esto en detrimento de los valores femeninos como son la sensibilidad, la intuición o la cooperación. Capra recurre a los antiguos conceptos de la cosmogonía china: Yin y Yang, femenino y masculino para explicar como el lado femenino de la naturaleza ha sido denostado o simplemente ignorado. Así vemos como la ciencia se ha inclinado completamente por la racionalidad desechando la sensibilidad y la intuición.
El sistema económico, imperante en la actualidad tiene como objetivo el lograr la mayor riqueza y poder a costa de dejar en segundo término la creación de bienestar para la sociedad en general.
El modelo económico capitalista neoliberal se sustenta sobre las teorías de Charles Darwin que explican la evolución de las especies a través de la selección natural y de la supervivencia del más fuerte. En otras palabras, para el hombre materialista, la vida no es otra cosa más que una continua competencia donde sobrevive el más fuerte, el más astuto, el capaz de hacer un lado la sensibilería y actuar en forma despiadada para hacerse de los medios para la propia supervivencia y bienestar.
La ley de la selva ”el pez grande se come al chico”, es la filosofía que impera en el modelo socio-económico de principios del siglo XXI. Sin embargo, se olvida la otra cara de la moneda. Se ignora cómo todo en la naturaleza obedece a un perfecto equilibrio ecológico: dentro de un ecosistema ninguna especie está de más o de menos, todos los seres vivos son necesarios para conservar un equilibrio perfecto. La Tierra toda es un ente viviente, un ser inmenso, que se autoregula, sigue ciclos y procesos igual que un ser vivo: la llamada Hipótesis Gaia propuesta por el químico James Lovelock (1969) y publicada por Lynn Margulis en 1979. Que por cierto es una idea que compartían la mayoría de las culturas ancestrales como la Cultura China, los Mayas o los nativos de Norte América, quienes no se sentían dueños de las tierras, sino guardianes de las mismas. Ellos sabían que cada ser en la naturaleza es esencial para conservar el equilibrio ecológico y la armonía de todo el sistema.
Ahora, el hombre, lejos de tomar un papel responsable, como el ente más inteligente del planeta se ha convertido en una plaga para el mismo. La sobrepoblación, el uso rapaz de los recursos naturales, así como la contaminación del medio ambiente llevan a la extinción masiva de miles de especies, año con año. Todos los ecosistemas, desde las altas montañas hasta la profundidad de los mares, se ven seriamente afectados por efecto de la presencia humana. La Tierra lucha por volver a su estado de equilibrio a través de los huracanes, los terremotos y el calentamiento global.
Los grandes problemas sociales como la contaminación ambiental, las hambrunas, la violencia y deterioro social, las grandes migraciones, no son más que el resultado de un modelo caduco y principios inútiles, en resumen: el egoísmo y el materialismo en que ha vivido el hombre.
Modelo reduccionista vs holístico
La nueva física nos cuestiona el modelo materialista que había imperado desde Galileo y Newton, nos lleva nuevamente a voltear la mirada y revalorar las filosofías ancestrales. El nuevo paradigma implica pasar del pensamiento racional-reduccionista a un pensamiento intuitivo-holístico. Capra asegura que el cambio es necesario y urgente. La humanidad se encuentra ante un momento crítico de cambio de paradigma, las opciones, en palabras de Capra, la humanidad debe elegir entre la Bomba Atómica o la iluminación.
En los últimos siglos la ciencia ha estudiado la naturaleza en forma cada vez más detallada y precisa, pero ha perdido el enfoque general de la naturaleza. Es decir, que por estudiar a detalle la pequeña hoja, la ciencia ha dejado de ver la totalidad del bosque.
En nuevo paradigma, va más acorde a las filosofías ancestrales que concebían al ser humano, a la naturaleza y al cosmos como íntimamente relacionados. Tales son los principios en que se sustenta la astrología, la medicina tradicional china o el ayurveda. Al estudiar la física cuántica vemos que se asemejan más a los modelos holísticos y sistémicos. Para entender este nuevo paradigma debemos pasar del pensamiento racional, propio del lado izquierdo del cerebro, al intuitivo u holístico, propio del hemisferio derecho, para lo cual se requerirá, en principio, una revolución en la educación.
La mirada sistémica unificadora
En su nuevo libro The Systems view of life, a unifying vision (2016), Fitjof Capra, junto con Luigi Luisi, profundizan en el entendimiento sistémico de la vida y las organizaciones. Un estudio trasversal, multidisciplinario que estudia la ecología, la biología o la economía desde el enfoque sistémico. Toda vida u organización puede ser entendida como un entretejido “red” de relaciones. Todos estamos interconectados de alguna manera, cualquier cambio que se efectúe en algún elemento del sistema afectará a los demás. Este nuevo paradigma holístico-sistémico requiere de una educación interdisciplinaria para entender que cualquier acción o decisión que se tome afectará a muchos otros sistemas. Fritjof Capra sugiere que la responsabilidad de los empresarios no se limita a reciclar materiales o reducir contaminantes, sino que debe valorar su producto o servicio y en primer lugar preguntarse si servirá a la vida del Planeta.
Dentro de los múltiples temas interesantes que aborda el libro mencionamos a la educación como una herramienta esencial para lograr un cambio en el destino de la humanidad. Por ejemplo, con brindar una adecuada educación a más personas en el mundo, se evitaría el fenómeno de la explosión demográfica.
Para comentar en grupo:
1. Dr, Serge Raynaud de la Ferrière; Los Grandes Mensajes; Edición Fascimil, impresa en Bogotá, Colombia.
