Módulo 2 - lección 10
Higiene
Como mencionamos al principio del módulo los tres pilares de la salud son el ejercicio, la alimentación y la higiene. Ahora nos vamos a enfocar en el tercer punto, que no solo significa lavarse las manos y mantenerse aseado, lo cual es vital para evitar muchas enfermedades; sino que también debemos de mantener nuestro cuerpo limpio por dentro.
El envejecimiento prematuro y gran parte de las enfermedades se deben a que el cuerpo no es capaz de eliminar correctamente las toxinas y las sustancias de desecho, y esto se debe a falta de información y malos hábitos.
El cuerpo tiene varias vías para eliminar las sustancias de desecho, pero por desgracia la forma de vida moderna con mala alimentación, sedentarismo evitan que esos sistemas funcionen de manera correcta y por consecuencia las toxinas se quedan en el organismo afectando el equilibrio y la salud. Veamos cada uno de esos sistemas.
El sistema respiratorio. tiene la importante función de oxigenar todo nuestro cuerpo con cada inhalación. Pero también recordemos que con cada exhalación se expelen los gases que no necesitamos, principalmente el bióxido de carbono. Para mantener este sistema funcionando de forma óptima debemos ser conscientes de realizar una respiración completa, usando toda la caja torácica, desde los hombros hasta el diafragma, e incluso moviendo los músculos del abdomen. Solo la respiración completa permite el correcto intercambio de los gases. Situaciones de estrés, ansiedad o fatiga ven reduciendo el movimiento natural del cuerpo e impiden el uso completo de la capacidad respiratoria. La práctica de la yoga y el ejercicio aeróbico son excelentes herramientas para mantener a tono este sistema.
Los riñones tienen la función de filtrar la sangre, en todo momento están deparando las sustancias que ya no sirven al cuerpo como los ácidos, grasas y proteínas. Es importante evitar irritantes y exceso de minerales en la dieta para mantener el buen funcionamiento de estos órganos durante más tiempo. El abuso de sustancias tóxicas como el cigarro, el alcohol y otras drogas les causan gran daño. Y por supuesto no olvidemos consumir varios vasos de agua simple a lo largo del día para facilitar su tarea.
La piel es el tercer riñón, un órgano delgado, pero que cubre todo nuestro cuerpo. A través de ella regulamos la temperatura y eliminamos gran parte de las toxinas por medio del sudor. Para mantener la piel saludable es importante practicar el baño de agua al natural. Es decir, ducharse sin calendar el agua, sino simplemente a la temperatura que sale de la regadera. El agua fría crea una vasoconstricción en toda la piel, seguida de una vasodilatación. Es como estar ejercitando la piel para que pueda cumplir su función. Con ésta práctica, los poros se abren y se eliminan mejor las toxinas, además el cuerpo aprende a regular de mejor forma su temperatura y el sistema inmune reacciona con mayor prontitud ante las amenazas. Por consecuencia, se reduce notablemente el número de infecciones, sobre todo aquellas que afectan las vías respiratorias. Al principio, puede resultar intimidante el baño de agua al natural, podemos pensar que el frío pudiera enfermarnos, sin embargo, en nuestros institutos de yoga es una práctica común, incluso algunas familias bañan a sus bebés con agua a temperatura natural desde las primeras semanas de nacidos y esto los hace más resistentes a las enfermedades. Para tener mejores resultados es mejor conseguir un cepillo de cerdas naturales y cepillarse todo el cuerpo desde las extremidades hasta el tronco (distal-proximal) para luego entrar a la ducha y bañarse, de preferencia, también con una fibra natural.
El hígado es un órgano que realiza múltiples funciones químicas: metaboliza las grasas, las proteínas, almacena glucagón, descompone y procesa un sinnúmero de sustancias. El metabolismo del cuerpo no sería posible sin este magnífico órgano, que también nos ayuda a limpiar la sangre. La dieta alta en grasas, la ingesta de alimentos procesados, así como el abuso de sustancias como el alcohol pueden dañar irreversiblemente sus tejidos causando cirrosis hepática. También es importante mantener una dieta saludable y darle periodos de descanso, mediante ayunos para darle oportunidad de limpiarse. El uso de plantas terapéuticas como el Cardo Mariano, Romero, Regaliz o el Diente de León pueden ayudar a desintoxicarlo.
El aparato digestivo tiene la función de preparar los alimentos para ser asimilados por el organismo. Comenzando el proceso desde la boca donde la masticación comienza a preparar el alimento que sigue su descomposición en el estómago mediante los jugos gástricos para pasar al intestino delgado donde se dan las últimas etapas de descomposición de las sustancias y son absorbidas pasando al torrente sanguíneo. Todo el tubo digestivo, desde la boca, esófago, estómago, intestinos está formado por una serie de músculos que permiten el paso de los alimentos, luego convertidos en quimo y finalmente en materia fecal. El final del proceso se da en el intestino grueso donde la mayor parte del agua es absorbida por las paredes del colon.
Una dieta con exceso de harinas blancas, grasas y carente de fibras afectan al sistema digestivo, especialmente a los intestinos delgado y grueso. La falta de fibras en la dieta se traduce en la acumulación de alimentos y el movimiento peristáltico sea incapaz de movilizarlos. Con el tiempo esto ocasiona inflamación, gases, colitis y una serie de trastornos. Pero lo más lamentable es que la putrefacción de los alimentos es un foco de infecciones y toxinas que pasan a la sangre a través de las paredes de los intestinos. Por ejempolo, las proteínas como el triptófano, lisina, ornitina se degradan en toxinas como el indol, calaverina y putresina respectivamente. La intoxicación, en la mayoría de los casos parte del aparato digestivo, y de ahí se disemina a los demás órganos dañando hígado, riñones, pulmones, cerebro, articulaciones, etcétera. Muchas veces una infección en la garganta, un dolor de cabeza o una inflamación articular no comenzó en el órgano afectado, sino que es consecuencia de la putrefacción presente en el aparato digestivo. En particular el intestino grueso es el más afectado por la mala digestión y constipación. El mejor remedio para mantener la salud intestinal, y por ende, la de todo el organismo, es la práctica del enema, que pasamos a describir a continuación.
El enema
El enema consiste en la aplicación de 1 litro a litro y medio de algún compuesto líquido a través del ano. Para lo cual se requiere de una bolsa especial para enema, que se puede conseguir en varias farmacias. El enema se puede preparar con algunas sustancias como el bicarbonato – dos cucharadas ayudan a alcalinizar la sangre –; o alguna planta medicinal, según la afección que se desee tratar. Por ejemplo: cola de caballo para los riñones y órganos sexuales, romero para el hígado, etcétera. También es frecuente el uso de dos cucharadas de café de grano orgánico por sus múltiples beneficios: gran cantidad de antioxidantes, descongestiona el colon, alcaliniza el sistema digestivo, ayuda a eliminar parásitos intestinales, induce la autofagia (ver capítulo anterior), efecto tipo diálisis que depura la sangre, el hígado y los riñones, tiene efecto diurético. Al aplicarlo por vía rectal la cafeína no provoca los efectos negativos como nerviosismo, taquicardia, insomnio, el contrario estimula el plexo sacro estimulando al sistema parasimpático, es decir que puede llegar a causar un efecto relajante. Para las personas muy sensibles a la cafeína se les recomienda realizar el enema por la mañana para evitar el insomnio.
El enema tiene un efecto mecánico que actúa desde el primer minuto de su aplicación limpiando el colon y mejorando la absorción de nutrientes. Su acción no se limita a limpiar el aparato digestivo, sino que en parte es absorbido por el organismo y las sustancias curativas pasan al torrente sanguíneo y en cuestión de minutos llegan a los órganos comenzando sus efectos benéficos.
- Procedimiento, primero hierba las plantas o el café orgánico en medio litro de agua. Deje enfriar y agregue la cantidad de agua fría para completar un litro o litro y medio. Es importante que el agua no esté demasiado caliente al momento de aplicar, pruebe la temperatura con su mano.
Recuéstese sobre un tapete, de preferencia sobre el lado izquierdo e inserte la manguera de la bolsa unos cuatro o cinco centímetros por el ano y abra la válvula de la bolsa. Tal vez tome algunos minutos que el contenido de la bolsa (las primeras veces tal vez le cueste trabajo aceptar el litro y medio de agua, con el tiempo se le hará algo habitual). Mantenga el contenido del enema, al menos por 15 minutos. Evacúe las veces que sea necesario.
Como ya explicamos el enema lo puede practicar dentro de un proceso de ayuno, y de esta forma logrará una mayor depuración.
¿quiénes se beneficias del enema? Es una práctica que pueden hacer todas las personas, desde los niños (con la mitad del agua), los adultos (al menos una vez a la semana) y los enfermos como diabéticos, inmunodeprimidos, cáncer incluso lo pueden practicar diariamente. Un orientador naturista le puede dar indicaciones más precisas sobre cómo realizar esta práctica de acuerdo a su condición personal.
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