Pranayama y Pratyahara

Yoga - lección 7


Pranayama: la ciencia de la respiración

La práctica de pranayama consiste en ejercicios de respiración. El propósito de esta práctica es desarrollar y regular la fuerza de la vida, o “Prana”. El trabajo profundo del yoga comienza con el despertar de la energía que duerme en la base del cuerpo: kundalini, que se representa como una serpiente enrollada. Una vez que el yogui despierta esta gran fuente de energía, la puede dirigir a través de los distintos centros nervofluídicos, o chakras, para ir alcanzando distintos estados de conciencia, hasta llegar al sahasrara chakra, donde podrá alcanzar la unión con el alma universal.
Existen muchos ejercicios de respiración en la práctica del yoga, ya sea para acelerar e intensificar el ritmo respiratorio, como el kapalabhati; o por el contrario, para ralentizarlo o detenerlo por completo, según los distintos efectos que se deseen lograr. Sin embargo, estas técnicas no son recomendables para el principiante de yoga, ya que requieren de un dominio y preparación previa del cuerpo. Si no se llevan a cabo en forma correcta y sin una previa preparación, más que beneficios, la persona se arriesga a sufrir graves consecuencias a nivel físico y psiquiátrico.

Pratyahara: control de las sensaciones

El secreto y la finalidad del yoga consiste en el dominio de la mente. Imaginemos que la mente es como un lago surcado por grandes olas y tormentas. Cuando la mente se aclara, el lago se vuelve un espejo tranquilo capaz de reflejar la esencia divina. El control de los sentidos, más que la supresión, permite apaciguar la mente hasta volverla clara como un espejo o un cristal, proceso que comienza con el pratyahara y continúa con las etapas del samyama: concentración y meditación.

Ejercicio:

Investiga y haz una exposición sobre el sistema respiratorio.


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