Módulo 2 - lección 1
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El Año platónico
«La bóveda celeste contiene todo el destino de la Humanidad, basta con poder leer ese poema maravilloso. Desde la antigüedad la Ciencia de los Astros ha demostrado sus pruebas y no hay filosofías herméticas, sectas y religiones, que no tengan bases sobre símbolos planetarios.
¿Hay alguna enseñanza más bella que la del Zodiaco, el único libro que el hombre no ha podido destruir?» 1
A lo largo de los siglos el hombre se ha valido del estudio de los astros para comprender los distintos fenómenos que ocurren aquí abajo en la Tierra. A través de la observación y el análisis minucioso el hombre ha llegado a la conclusión que todos los fenómenos naturales tienen una estrecha relación con el movimiento de los astros. El ciclo más obvio que podemos observar es el del Sol, que a lo largo del año va marcando las estaciones indicando los momentos propicios para las actividades agrícolas. Los ciclos de la Luna también guardan una relación con las mareas, el crecimiento de las células y los estados emocionales, aunque para muchos, éstos fenómenos pasan desapercibidos.
En esta ocasión vamos a mencionar uno de los ciclos más largos del Sol, el llamado año Platónico. ¿Qué es el año Platónico?, es un periodo de 25,776 años* marcado por el movimiento aparente retrógrado del sol a través de la eclíptica, es decir de los signos del Zodiaco. Cada principio de año astronómico, que es el 21 de marzo, el Sol se encuentra en una posición exacta en el Zodiaco, pero ésta posición va retrocediendo ligeramente año con año. En realidad, no se debe a que el Sol se retrase en su movimiento, sino a un movimiento del eje de nuestro planeta. Digamos que la Tierra en su movimiento de rotación, su eje no apunta siempre hacia el mismo lugar. El Planeta es como un gigantesco trompo cuyo eje va rotando lentamente a lo largo de los años. Actualmente, el eje de la Tierra apunta hacia la estrella llamada Polaris, pero no siempre ha sido así. A lo largo de 25776 años el eje de la Tierra hace un círculo completo, y como las estaciones dependen de la inclinación de la Tierra entonces aparentemente el inicio de la primavera, se va retrasando ligeramente cada año. De acuerdo a estas cifras entonces el Sol permanece un promedio de 2148 años en cada signo del zodiaco. Y le toma 71. 6 años el recorrer cada grado de la eclíptica.
Todos estos interesantes datos pertenecen al estudio de la astronomía que estudia los fenómenos planetarios y cósmicos en forma cuantificable y exacta. Pero para reconocer la influencia que tienen estos grandes ciclos en la humanidad debemos entrar a un estudio más profundo y sutil que es el de la Astrología, que en la Nueva Era llamamos Cosmobiología. Veamos como lo explica el Dr. de la Ferrière en su libro “Los Grandes Mensajes”:
«En resumen, a cada movimiento del signo Zodiacal se cumplen trasformaciones de la forma religiosa tradicional, y la nueva religión es entonces simbolizada por el nuevo signo. Sin remontarse más allá de los tres últimos Ciclos, tenemos la época del Taurus que marcó el período que dura desde 4,320 a 2,160 años antes de Jesucristo. Ese período está caracterizado por religiones que tienen al Toro como emblema de la Divinidad. POSEIDON, aquel Dios de la Atlántida, era el mismo asimilado al Toro sagrado.
Después de haber pasado 20 siglos en el radio de esa constelación, el Sol salió de esa parte celeste para entrar al equinoccio de primavera 2,160 a.C. en el signo siguiente: el de Aries. La religión desde ese momento se trasformará en su simbolismo y su ideal; una nueva idea va a sustituir la concepción de la Fuerza y los actos de barbarie, la del pueblo viviendo bajo la protección de su Dios, al que está reservada la justicia. El emblema de esa divinidad será Aries (conductor del rebaño). El Vellocinio de Oro que reemplazará al Becerro de Oro (el Buey Apis). […]
Es durante el Éxodo cuando Moisés recibe el mensaje del Eterno que prohíbe a los Hebreos seguir adorando al Becerro de Oro, cuando les ordenó reemplazarlo por la Religión del Cordero. […]
Pero en el momento en que el Sol entraba al 21 de Marzo del año 1 de la era Cristiana en el signo Zodiacal de los Peces, la Religión debía transformarse profundamente una vez más. Ya sea Tertuliano, San Agustín o San Jerónimo, todos han empleado la palabra Pez para designar al Cristo. Cosa sorprendente, el pez es muy a menudo representado por un Lucio, cuyo nombre en Latín es Lucius, o sea, Luz,: Aquel que se encarnó vino justamente a instruir a los hombres, a darles esa Luz. Es también como los primeros cristianos se reconocían entre ellos.» 2
A partir del renacimiento, en el siglo XV, es que se comienzan a sentir los primeros indicios de la Nueva Era. Cabe precisar que las Grandes Eras no tienen cambios abruptos, sino que son más bien como el movimiento del día y la noche o de las estaciones. Entonces el paso de una Era a otra puede tomar décadas o incluso cientos de años. Es así como el Renacimiento marca el retorno de la razón y del pensamiento humanista. Tendencia que continúa durante la Ilustración con pensadores como Voltaire, Rousseau, Montesquiev, Diderot, sólo por mencionar algunos, dando también surgimiento a la Revolución Francesa, movimiento donde se comienza a gestar una nueva sociedad bajo las bases de la “Igualdad, fraternidad y libertad”. Ya en el siglo XX con las dos Guerras Mundiales es que el viejo orden mundial se derrumba dando paso a un nuevo mapa geopolítico y nuevos modelos socioeconómicos: un proceso de cambio que continúa hasta nuestros días.
Es así como llegamos al 21 de marzo de 1948, fecha en que el Dr. Serge Raynaud de la Ferriére funda la Gran Fraternidad Universal en Caracas, Venezuela, con el objetivo de reunir en un conjunto armónico a todas las asociaciones que trabajen por el enaltecimiento de la humanidad a través de las ciencias, la filosofía y las artes. De esta forma se da inicio a la era de la Aquarius con la instauración de G.F.U. y la Suprema Orden del Aquarius; de ellas hablaremos con más detalle en las siguientes lecciones.
«El Aquarius, que está representado en Astronomía por dos líneas onduladas paralelas, es el jeroglífico que representa el agua en Egipto como en México. Es por lo demás extraño encontrar de ambos lados del océano el mismo símbolo que se pronuncia ATL, raíz de la palabra Altántida. En los mapas celestes el Aquarius está representado por un joven, el Aguador, que tiene un jarro derramando una onda que se extiende en el cielo, su nombre es Ganímedes, cuya historia forma parte de la mitología griega:» 3
La nueva era del Aquarius, o era acuariana se caracteriza por cambios revolucionarios, por un gran desarrollo de la tecnología y las comunicaciones. A diferencia de eras anteriores, en la era del Aquarius la ciencia y la religión podrán desarrollarse en forma paralela marcando la cultura mundial, es lo que representan las dos líneas del símbolo del Aquarius. Ante todo, es una era marcada por la palabra clave del signo del aguador que es “SABER”. Promete ser una era de profundos cambios de todas las estructura sociales, culturales y religiosas, lo cual se traducirá en una era de prosperidad y paz.
En las próximas lecciones seguiremos profundizando sobre la cultura y la religión en las eras anteriores, así como las Escuelas iniciáticas más destacadas que han existido a lo largo de las eras. Analizaremos los pensadores más destacados de la nueva era en las áreas de ciencia, cultura, religión, arte, etcétera.
Trabajo en equipo:
Forma equipos de 5 personas para realizar las siguientes actividades.
Pensadores en la Nueva Era:
Entre los miembros de tu escuela sortea los personajes que listamos a continuación para investigar y exponer en forma individual en cada una de las sesiones de éste módulo.
Presenta en forma sintética Vida y obra con una duración aproximada de unos 7 minutos. Podrás usar cartel, collage, Power Point, video, sketch teatral, canción, etcétera.
* Datos según Western Washington University Planetarium (2010)
1. Dr, Serge Raynaud de la Ferrière; Los Grandes Mensajes; Ediciones de la Gran Fraternidad Universal; Caracas, Venezuela. P. 55
2. IDEM, P.P. 56-57
3. IDEM, P. 59