Yoga de oriente a occidente

Yoga - lección 1


Orígenes del Yoga

Yoga es una disciplina milenaria que proviene de la India donde era practicada por los grandes yoguis para alcanzar estados de conciencia trascendentales. Yoga proviene de la palabra YUG, que significa unión. Yoga es la integración del ser humano, primero consigo mismo: sus instintos, emociones, pensamientos y su plano espiritual; para después para poder llegar a alcanzar la unión del alma individual con el Alma universal, o Conciencia Cósmica; que es el fin último de toda conciencia humana. El yoga lleva a la práctica la famosa frase del filósofo griego “Conócete a ti mismo… y conocerás a Dios” que se encontraba en el portal de los colegios iniciáticos de Eleusis, desde la más remota antigüedad.
El Dr. de la Ferrière menciona en “Los Grandes Mensajes” que el yoga surgió en diversas culturas antiguas en los cinco continentes, de ellos dan cuenta numerosas figuras y textos que datan de cientos de años antes de Cristo.
El yoga, como ahora lo conocemos proviene de oriente, se desarrolló principalmente en la India, donde las enseñanzas eran transmitidas durante siglos de labio a oído, de Maestro a discípulo. Es hasta el siglo III a.C. cuando Patañjali compila los principios del yoga en un tratado conocido como Los Yoga-sutras: un escrito compuesto de 84 aforismos que explican en forma concisa los principios de ésta disciplina milenaria. El objetivo del yoga es el dominio de las “fluctuaciones mentales” para lograr un estado de conciencia trascendente llamado Samadhi, que podemos traducir como “iluminación”.
El yoga, no es tan solo un manual de técnicas para alcanzar el dominio del cuerpo, las emociones y la mente; es una filosofía basada en una concepción del universo, una cosmovisión que le explica al hombre su lugar en el universo y el sentido de su existencia. Para vivir realmente el Yoga no basta con practicar las posturas o asanas, en necesario estudiar su filosofía, ya que es toda una forma de vida.

A partir del siglo XX el yoga comenzó a difundirse en América, se ha presentado como una disciplina física para lograr la salud y armonía integral. Y no cabe duda que las posturas que forman el Hatha Yoga son excelentes ejercicios para mantener al cuerpo en forma: tonificando los músculos, flexibilizando los ligamentos y estimulando al sistema nervioso. Además de los beneficios a nivel emocional como son el manejo del estrés y balance de las emociones. El Yoga puede ser practicado por personas de cualquier edad y condición física. Veamos algunos de sus beneficios.

Beneficios

A nivel físico las posturas de yoga trabajan estirando, fortaleciendo y tonificando el sistema musculo-esquelético, lo que le da fuerza y gracia a la persona que lo practica. También representan una gran ayuda para el sistema nervioso, en especial los sistemas simpático y parasimpático, que son los que le permiten al organismo seguir los ciclos de activación y relajación que se sincronizan con el día y la noche, lo que se conoce como ciclos circadianos.
No debemos olvidar el papel regulador que tienen las diversas posturas sobre las glándulas se secreción interna que forman el sistema endocrino. En las siguientes páginas explicaremos una selección de posturas, y en cada una detallaremos los beneficios que aporta. Además de los sistemas ya mencionados, las posturas de yoga, o ásanas trabajan de forma integral, así que todo el cuerpo se ve beneficiado, mejorando el funcionamiento de todos los órganos y sistemas como pulmones, corazón, estómago, hígado, páncreas, bazo, intestinos, sistema urinario y órganos sexuales.
A nivel emocional el yoga nos brinda un estado de armonía y paz que nos permite afrontar los retos de la vida diaria. En general las posturas ayudan al equilibrio de las emocionas, siendo más fácil superar los estados como depresión, ansiedad, miedo, inseguridad, tristeza. Ya que trabaja sobre el sistema nervioso y las glándulas de secreción interna, esto le permite al cuerpo regular las hormonas y neurotransmisores que son las sustancias bioquímicas encargadas de regular los estados emocionales. El control de la respiración, que en el yoga es la disciplina del pranayama, no solo aporta beneficios físicos sino que es la clave secreta para el dominio de las emociones y la mente. Todo esto está al alcance de cualquier persona, con tan solo dedicar unos minutos al día para armonizar y conocer más a fondo el propio cuerpo.

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